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Cómo lograr el éxito profesional


Las grandes labores, no dependen de una gran fuerza sino de la constante pericia y dedicación que se le dé, a lo que se emprende y se quiere. Los deseos y sueños son eslabones de esperanza, que nos marcan una dirección en el existir.

Escuchar siempre y estar dispuesto a recibir las enseñanzas y experiencias de los demás, nos permite prepararnos para el futuro, viviendo lo que hacemos hoy, pero con el cuidado de no imponer lo que no podemos realizar.

La vida profesional requiere de ciertas actitudes que deben observarse para alcanzar la optimización de las relaciones personales, la utilización de recursos y el camino hacia el éxito. Los aspectos a tener en cuenta para lograrlo dicen:


Busca siempre obtener resultados:

Todo lo que hagas debe tener una consecuencia positiva. Más que centrarte en hacer muchas cosas, concéntrate en conseguir la meta planteada.

Ponte siempre la camiseta de la empresa:

Crear un compromiso con la Institución en la que se trabaja es básico. El apoyo es indispensable para hacer posible su constante mejoramiento, cuidando así su imagen y su esencia misma.

Ten siempre una actitud positiva y de servicio:

No te angusties con los problemas, debes tomarlos como oportunidades. En la vida no hay obstáculos: Existen momentos para crecer, desarrollar, proyectarse y realizar actividades benéficas para los compañeros, familiares y público.

Enfócate en la solución de problemas:

Si se observa fríamente, el trabajo consiste en esto precisamente. Cada uno de los obstáculos es una oportunidad de desarrollar cualquier habilidad.

Mantén siempre un espíritu de colaboración:

Las acciones de cada persona forman una cadena que está perfectamente interconectada. Cada quien pone su “granito de arena”, y si se trabaja en colaboración con los demás, el trabajo resultará más efectivo. Mantente siempre motivado.

Podemos dar más de lo que creemos que somos capaces:

Es importante adoptar el papel de motivadores, y premiar a la gente cuando tiene un acierto, eso lo hace dar más de su capacidad.

Mantén el buen juicio:

Las decisiones conforman el quehacer diario, y para efectuarlas correctamente hay que verificar que la información de la que se dispone sea lo más completa posible. Si ésta proviene no sólo de una fuente, sino de varias, mucho mejor. Aunado a esto, hay que ser flexibles, abiertos e innovadores.

Guarda respeto por las normativas:

Aunque hay que romper paradigmas, también debes tomar en cuenta que no se vive en una isla. Si crees que las reglas establecidas no funcionan y obstaculizan el desempeño, busca proponer reformas.

Capacitación permanentemente:

Ésta es la mejor medicina contra la obsolescencia. Si deseas seguir siendo competitivo, la preparación diaria es muy importante. Una organización no es una estación a la que se llega, es un tren en el que se viaja permanentemente.

Sé humilde y sencillo:

Elimina todo lo ostentoso. Disminuye la arrogancia, pues es un gran impedimento para el desarrollo laboral y personal.

Leer y escuchar siempre al humilde o al decano, nos dará conocimiento o calmará la ira. En ocasiones, hay dificultades que sólo avivando al ingenio, se pueden tomar justas y grandes decisiones, sin dañar ni maltratar a nadie. Emprender, nos da la mitad de la tarea, la cual estará hecha de pequeñas cosas, que al igual que el corazón es una riqueza y ésta se regala o en otras palabras: Se retribuye con creces lo que se aprende. No hay bien sino lo compartimos, ya que la conquista es el regalo de lo actuado por si mismo, con el respeto hacia los demás.

Colaboración de:


Lic. Eduardo H. Moya Monge
07 mayo 2008

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