Grooming Acoso y abuso sexual más REAL que "VIRTUAL"


Expositor
Sebastián Bortnik. Río de la Plata Argentina

Este es el facebook de Lina Rodríguez, tenía tres perfiles distintos y 890 chicos de entre 8 y 13 años, entre sus contactos. Estos son fragmentos de una conversación con uno de esos niños, la conversación es textual y está en el expediente.
Este chico empezó a enviarle fotos íntimas hasta que su familia se dio cuenta. La denuncia y posterior investigación permitieron llegar a un domicilio.
Ésta era la habitación de la niña. Lina Rodríguez era en realidad un adulto de 24 años que tenía la costumbre de hacer esto con muchos menores.
Micaela Ortega tenía 12 años cuando se fue a encontrar con su nueva amiga de facebook de su misma edad "Rochi de River",
decía llamarse. Se encontró en realidad con Jonathan Luna de 26 años quien, finalmente cuando lo atraparon, confesó que la mató porque la nena no quiso tener relaciones sexuales.
Él tenía cuatro perfiles de facebook y 1.700 mujeres entre sus contactos. 
El 90 por ciento eran menores de 13 años. Estos son dos casos distintos de grooming.
Un adulto se contacta con un menor a través de internet y mediante la manipulación o el engaño lo lleva al terreno sexual. Desde hablar de sexo hasta compartir fotos íntimas, grabarlo a través de la cámara web o concretar un encuentro físico 
Esto es grooming, está pasando y está creciendo.
La pregunta es ¿Qué vamos a hacer? porque mientras tanto los chicos están solos, terminan de cenar, se van a la habitación, cierran la puerta, agarran la computadora, el celular y entran a un boliche, a una disco.
Piensen por un segundo lo que les acabo de decir. Están en un lugar lleno de desconocidos y en un contexto de "sin división".
Internet rompió las barreras físicas. Cuando estamos solos en nuestra habitación conectamos a internet, en realidad no
estamos solos. Hay al menos dos motivos por los cuales no nos estamos ocupando del tema o al menos no de la forma
apropiada. 
El primero es que estamos seguros que todo lo que pasa en internet es virtual. De hecho lo llamamos así: "el mundo virtual".
Si lo buscas el diccionario, algo virtual es algo de existencia aparente y no real y usamos esa palabra para referirnos a
internet. Algo no real. Y ese es el problema con el grooming, que
real.
Adultos, degenerados, pervertidos utilizan internet para abusar de niños y niñas y se aprovechan entre otras cosas de que ellos y sus padres piensan de que lo que pasa ahí, en realidad no pasa.
Hace unos años con varios colegas fundamos una ONG Argentina Ciber Segura, dedicada a concientizar sobre la navegación segura en internet.
En el año 2013 participamos de las reuniones en la cámara de diputados donde se discutió la ley de grooming.
Me acuerdo que para muchos el grooming era solamente el paso previo para concretar un encuentro físico con los chicos y tener sexo con ellos, pero no pensaban que pasaba con los chicos que eran expuestos a hablar de sexo con un adulto sin saberlo que
compartían fotos íntimas pensando que la vería otro niño o peor aún que se exponían a través de la cámara web.
Nadie veía eso como una violación y seguro que muchos de ustedes les hace ruido pensar que una persona puede abusar de otra sin tocarla.
Estamos formateados para pensarlo así. Lo sé porque era igual en mi caso. Yo era sólo son un técnico en seguridad informática, hasta
que me pasó esto:
A finales del año 2011 en una pequeña ciudad de la provincia Buenos Aires, fue la primera vez que yo escuché un caso.
Después de dar una charla se me acercaron dos padres cuya hija de 11 años había sido víctima de grooming. Un adulto le había manipulado para que se masturbe frente a la cámara web y la había
grabado. Y su video circulaba por diversos sitios web. 
Ese día los padres nos pedían entre lágrimas que le demos la receta para eliminar esos videos de internet. Me partió el alma y un poco me cambió para siempre, ser la última desilusión que les
decía que ya era tarde.
Una vez que un contenido está en internet, ya perdimos el control. Desde ese día que pienso en esa nena, que se levantaba en la
mañana y desayunaba con su familia, que había visto su video, y salía caminando al colegio y se cruzaba con gente, que la había visto desnuda y llegaba y jugaba con sus amigos que también habían visto.
Así vivía. Expuesta. Por supuesto que nadie violó su cuerpo, pero
¿No había sido abusada su sexualidad?
Claramente tenemos varas distintas para medir lo físico y lo digital y nos enojamos con las redes sociales porque enojarnos con nosotros mismos es más doloroso y más sincero. Y esto nos lleva
al segundo motivo por el cual no nos estamos ocupando apropiadamente el tema. 
Y que estamos convencidos que los chicos, no necesitan nuestra ayuda, que la tienen clara con la tecnología.
Cuando yo era chico en algún momento me dejaron ir caminando solo a la escuela. Después de hacerlo durante muchos años de
la mano de mis viejos, ese día me sentaron, me dieron las llaves de
casa y me dijeron,  guardalas muy bien, no se las des a nadie,  andé y volvé por el camino que te enseñamos, volvé a la hora que te
dijimos,  cruza la esquina, mira para los dos lados antes de cruzar, y
fundamentalmente no hables con desconocidos. 
Yo tenía muy clara caminando y sin embargo estuvo ahí la figura del adulto responsable para cuidarme. 
Una cosa es saber hacer algo y otras cosas saber cuidarse. 
Imaginen conmigo esta situación, tengo 10, 11 años me levanto a la mañana, me tiran las llaves de casa me dicen 
- ¡Seba! hoy te puedes ir caminando a la escuela.
cuando vuelvo, tarde, me dicen 
- ¡Ah no! tenes que llegar a la hora que te dijimos.
dos semanas después, al pasar 
- ¡Sabés qué! Tenés que cruzar en las esquinas y mirar para los lados antes de cruzar.
dos años después 
- ¡Ah! No hables con desconocidos.
Suena ridículo ¿no? 
Así de ridículo nos comportamos con las tecnologías.
Les damos acceso total a los chicos y vemos si algún día, más
tarde que temprano, aprenden cómo cuidarse.
Una cosa es saber hacer algo, otra cosa es saber cuidarse.
En la misma línea cuando vamos charlas para padres, es muy común que nos digan, que a ellos no les interesa la tecnología. que no les interesan las redes sociales.
Siempre le repreguntó si le interesan sus hijos.
Como adultos, acercarnos o no la tecnología es lo mismo que acercarnos o no a los chicos. Internet es parte de sus vidas.
La tecnología nos obliga a repensar la relación entre los adultos y los menores. La educación estuvo siempre basada en dos pilares: la experiencia y el conocimiento.
¿Cómo hacemos entonces para enseñar a navegar seguro en internet cuando no tenemos nada de esto?
Hoy como adultos tenemos que guiar a los chicos en terrenos que muchas veces no conocemos y que para ellos son mucho más amigables. 
Es imposible entonces encontrar una respuesta sin hacer cosas nuevas. que nos incomoden, que no estamos acostumbrados.
Muchos de ustedes pensarán que esto para mí es fácil, porque soy relativamente joven y mayormente era así. Era.
Hasta el año pasado que sentí los años pesados sobre mis hombros, la primera vez que abrí SnapChat. No entendía absolutamente nada.
Me parece una red social innecesaria, inservible, ¡inentendible!, ¡Parecía una cámara de fotos! no tenía un menú con opciones.
Fue la primera vez que sentí el abismo que a veces hay entre los chicos y los adultos, pero a la vez fue la oportunidad para hacer lo correcto: Incomodarme y obligarme. Yo había sentido que nunca en mi vida
Iba a usar el SnapChat, pero después le pedí a mi prima adolescente, que me cuente cómo lo usaba, pero también ¿Por qué lo usaba? ¿Qué le divertía? 
Tuvimos una hermosa charla. Me mostró su SnapChat, me contó cosas, nos acercamos, nos reímos. Hoy lo usó. No sé si muy bien, pero lo más importante es que lo conozco y que lo entiendo.
La clave fue animarme a salir del impacto inicial, lanzarme a hacer algo nuevo, algo nuevo. Hoy tenemos la oportunidad de crear nuevos diálogos.
¿Cuál es la última aplicación que te bajaste? ¿Con qué red social te estás comunicando con tus amigos? ¿Qué tipo de información estás subiendo? ¿Algún desconocido intentó hablar con voz?
¿Podemos tener estas conversaciones chicos y adultos? Tenemos que obligarnos. Todos. Acá mismo hay muchos jóvenes que
nos están escuchando. Muchas veces cuando les damos charlas en colegios o a través de las redes sociales, los chicos nos preguntan o nos cuentan cosas que no se animaron a contarle aun a sus padres o a sus docentes...  a nosotros que ni nos conocen.
Los chicos tienen que saber cuáles son los riesgos de navegar en
internet, cómo cuidarse. pero fundamentalmente que eso, como casi todo lo demás, cuando son chicos lo pueden aprender de cualquier adulto.
La navegación segura en internet tiene que ser un tema de conversación en cada casa y en cada aula del país. 
En una encuesta que hicimos este año el 15% de las escuelas indicaron conocer casos de grooming en su institución y el
número está creciendo. La tecnología cambió todos los aspectos de nuestra vida, incluidos los riesgos que enfrentamos y cómo nos cuidamos y el grooming nos lo viene a mostrar de la manera más dolorosa: Metiéndose con los chicos.
¿Vamos a involucrarnos para evitarlo? la solución empieza por un lugar tan sencillo como éste. Hablar del tema. 

Muchas gracias.

Sebastián Bortnik es experto en Seguridad Informática y Presidente de Argentina Cibersegura.
Tomado del video original Expuesto arriba.
Texto transcrito y depurado por FORCOS Costa Rica.


0 comentarios :

Publicar un comentario

No se aceptan notas publicitarias u ofensivas. Su comentario será aceptado si no lleva estas intensiones.