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Cama vieja con colchón nuevo

Costa Rica es un pueblo que aun tiene sus ojos perdidos en las imágenes que los aires extranjeros le han querido pintar, a conveniencia generalmente de los negocios de ellos. Nos convirtieron en la Suiza Centroamericana porque estos desarrollistas europeos de hace varias décadas querían enamorar a sus compatriotas allá en el viejo continente, para que vinieran a invertir aquí o les prestaran el dinero para hacer en nuestro suelo su negocio de ensueño. El problema principal para nuestra propia cultura es que nosotros mismos nos tragamos esos cuentos de pies a cabeza. Por eso es que hoy en pleno siglo XXI aun andamos buscando con la mirada perdida cuál es el camino para conseguir esa Suiza que nunca encontraremos, porque los pies que teníamos antes para caminar en tierra firme, ya fueron remplazados con la andadera de las falsas identidades.
Pero en fin, desde que ese impulso EuroPensante nos enamoró, en el país se construyeron, a nivel de edificaciones, un sin número de ejemplos arquitectónicos de que queríamos parecernos a ese viejo continente, y nos ganamos muchos de un gran gusto y elegancia, obras arquitectónicas que aunque nunca significaron realmente las raíces de nuestro territorio original, hoy ya llevan muchos años en la memoria de los más viejitos, en las páginas de historia y en la visión de todos los que aun vivimos y nos hemos impregnado de esa melancolía heredada.
Actualmente y en muy lamentable condición es la poca cultura por preservar las estructuras que hemos hecho nuestras, que se han convertido en los pocos símbolos de un pasado que muchos apelan a no perder en el día a día. Aunque resulte peligroso hundir la vida de una sociedad en un pasado sin visión a futuro, las imágenes de un país que construyeron nuestros abuelos son de suma importancia para reforzar el conocimiento de nuestras raíces, sea de donde sea que las hayan inventado, que son nuestras y de ahí es donde se sostiene la sociedad actual.
Un problema actual y delicado que presentan las edificaciones antiguas en este país, es que es muy poca la gente que los quiere ver en pie, las leyes que las deberían proteger son muy escuetas, y peor aun, el desinterés por que se cumplan o se motiven a mejorar, es prácticamente nulo en la mayoría de los costarricenses. Tras de eso nos encanta ver caer al árbol, y luego cuando ya nadie puede hacer nada, llorarlo a grito pelado y con las vestiduras rasgadas. Para muestra un botón: La Antigua Biblioteca Nacional, el Antiguo Congreso o la Universidad de Costa Rica en barrio González Lahmann, etc.
De esta manera vemos cada año una cantidad alta y triste de casas antiguas que son demolidas para convertirse en parqueos, en comerciales con locales cada vez más pequeños y eficientemente distribuidos. En resumen: Se derriban las paredes viejas muchas veces para dar paso a edificios más rentables a nivel comercial, porque es un hecho que ni la mejor cultura del mundo podrá eludir: si las estructuras de las ciudades no responden a las necesidades económicas del presente, estas inevitablemente serán tarde o temprano derribadas.
Nosotros no somos Europa, no somos los Estados Unidos, no somos el Oriente ni nadie más. No tenemos la capacidad astronómica de dinero que ellos tienen. Somos Costa Rica, y las necesidades comerciales de nuestras ciudades son únicas, más sencillas en tamaño pero muy complejas en nuestra esencia.
Vamos a repetir el punto principal de todo esto:
Si las estructuras de las ciudades no responden a las necesidades económicas del presente, estas inevitablemente serán tarde o temprano derribadas.
Entonces ¿Qué debemos hacer para que muchas de estas casas logren sobrevivir? Son construcciones que se deben conservar, y se presentan como una oportunidad clara para darle una cara mejor a las ciudades que logren mostrar un apego y amor a nuestros antecesores, y principalmente una nueva actitud más inteligente de cómo desarrollarnos.
Nos parece que, es urgente hacer uso de una re estructuración inteligente y bien imaginativa de las remodelaciones, que los dueños sepan o sean asesorados por expertos en varias materias, para que un edificio "viejo" no deba ser casi demolido o destruido del todo y que se le pueda sacar dinero al terreno y a la propiedad. Hay que llegar a un equilibrio entre las modificaciones que se deben hacer, para convertir una casa en un consultorio, bar, café, tienda o centro de oficina, derribando algunas partes, pero manteniendo otras o remodelando de forma que se enaltezcan ambas caras, la moderna y la antigua. Así se preservarán elementos que pueden llenar la ciudad de sitios agradables, eficientes y con registro o sentido histórico.
No todos los edificios de interés patrimonial pueden convertirse en museos o centro culturales y no todos pueden ser soportados por el estado. No existe, al menos en este país y en el contexto actual nuestro, una cultura tan amplia y ensanchada como para que tantos lugares culturales puedan ser rentables económicamente, y que estas actividades logren ser atractivas para todos los dueños de estas casas. Es necesario que las construcciones antiguas se adapten a los tipos de comercios que se requieren en la actualidad, de una manera cuidadosa pero no prohibitiva, porque si se le niega al constructor, diseñador o arquitecto hasta poner un clavo o modificar una precinta, nadie va a querer dar iniciativa a la conservación. La economía es la que manda en la vida de las ciudades.


La foto muestra un ejemplo que por fuera se ve ideal, por dentro no tanto pues la antigua casa de los Brenes Montealegre fue literalmente destruida en su parte interna, solo el cascarón se conservó, para poder instalar la cafetería actual. Sin embargo colocamos este ejemplo como un básico equilibrio que vale la pena analizar. La casa se perdió en su parte interna, pero sigue en pie la imagen externa. ¿Se pudo hacer mejor? Sí. ¿Se necesita mejor asesoramiento y formación profesional en estos temas? Sí
Se necesita dar conciencia a las nuevas generaciones de conservar nuestra historia en muchos niveles incluyendo el desarrollo constructivo, eso significa comenzar a inculcar en los niños el formarse y encontrar un valor a las cosas viejas, a los esfuerzos materializados por nuestros padres y abuelos, a las cosas que aunque sean solo materiales, pueden llegar a convertirse en excelentes símbolos que reflejen la gran cantidad de valores positivos que nuestra sociedad necesita.

Cristian Gómez Barrantes.

Foto tomada de qcostarica.com

El puente de Río Grande y su hermano francés

Investigando un poco, el puente de Río Grande en Atenas de Alajuela, es del tipo Doble Voladizo o "Doble Ménsula". Consiste en dos o más vigas (las partes rectas largas y horizontales principales) que se sostienen desde un extremo y en voladizo. Voladizo significa que queda suspendido en el espacio sostenido solo por uno de sus lados.
Construcción de puente ferroviario por la empresa de EEUU Milliken Bros en Rìo Grande en Atenas de Alajuela 1900
El Puente de este tipo sostiene cada viga con dos soportes: 1) Las bases que soportan la entrada del puente y el inicio de las vigas (donde entra el tren) y 2) las bases inferiores que descansan abajo, cerca del río. El arco lateral une a estas dos bases y es la que soporta todas las piezas que forman un reticulado para terminar de sostener la viga por donde pasea el tren con todos nosotros muertos del miedo como yo cuando estaba chiquitito y me llevaban a Caldera.
Puente sobre el Rio Grande de Atenas . Foto actual autor Marciano Mollina
El reticulado quiere decir todas esas piezas que se colocan verticales e inclinadas para darle estabilidad a la viga y a ellas mismas.
Imagínense que, como este puente es así, Yo puedo quitar la mitad desde el centro del arco principal, y el resto puede quedar sin caerse. Una mitad no depende de la otra, en términos mecánicos básicos. Solo hay que cumplir con un par de condiciones.
Construcciòn del puente del ferrocarril sobre rìo Grande en Atenas Alajuela 1902
1. Encuentren a un verdadero loco que lo quiera quitar, porque yo no, y si lo hacen ni se les ocurra dejarlo. Esta belleza hay que cuidarla.
2. Si lo van a hacer por mera curiosidad, háganlo cuando no esté pasando el tren. Aunque por culpa de ¡ustedes ya saben quien! este puente está prácticamente en desuso.
Recordemos que estos puentes tienen que soportar:
a. El peso de si mismos. Todos esos fierros son pesados, y las bases tienen que tomarlo en cuenta. Si ven fotos antiguas tenían que colocar cables muy fuertes y estructuras aéreas para pasarlas de lado a lado. Por cierto, dice la historia que se duró montones bajarlas de los trenes, y además pasarlas al otro lado. las blancas quedaban en un extremo, las rojas en otro. ¡Imagínense a estos trabajadores jugando a palillos chinos gigantes!
Con esto ya podemos saber cuál fue su color original. Blanco con Rojo.
b. El peso del tren y de todos nosotros, sentados, de pie, caminando o guindados de las gradas como mis hermanos a pesar de los regaños de mi mama y mi abuela. Normalmente los ingenieros tienen el cuidado de diseñar estos puentes como si hipotéticamente pasaran unos 2, 3 o 4 trenes a la vez y no uno solo. ¡Por si acaso! Luego se le ocurre a la gente montar a todo su ganado adentro!
Además por esos rieles recuerden todo lo que ha pasado de carga para San José y desde San José, y para otro montón de lugares en este nuestro país. toneladas de Toneladas.
c. El peso del ambiente: Este puente tiene ya 116 años de construido. temblores, temporales, asoleadas y más asoleadas, capas de herrumbre, moho, polvo, vandalismo, probablemente algún loco guindado, enamorados intrépidos, pobres almas suicidas, etc. Y recuerden también: La gran fuerza de los vientos.
Esquema de diseño tipo Doble Voladizo o "Doble Ménsula".

Realmente casi ninguna de las barras metálicas (sobretodo las inclinadas) que tiene este puente son necesarias para soportar el tren y sus almas emvagonadas. ¡PERO! Las fuerzas de los vientos y de los temblores obligan a que su estructura deba prever movimientos que ni mil personas brincando encima podrían reproducir, pero sí una ráfaga de viento o un menioncillo de esos que solo asustan.
Ahora imagínense estar en medio de los rieles a la mitad del camino, y que se venga el terremoto de Cinchona (2009) o Nicoya (2012), y que alguien le salga a usted pengándole gritos desde el borde ¡NO CORRA, NO CORRA, EL PUENTE LO AGUANTA! ¿quién se lo va a creer en ese momento?
Viaducto del Viaur, en Francia. Puente similar al del Rio Grande finalizado también en 1902

¡Dios salve a esas almas que ya no están por culpa de sendos sismos!
Este puente es realmente una maravilla de la ingeniería, Y nuestras mentes y corazones lo han fundido para que sea símbolo de grandes recuerdos, buenos o malos. Esa ahí donde unos cuantos fierros magnamente armados se convierten en algo superior: Algo así como El gigante de la familia. No solo de Atenas, sino de mucho más pueblos y personas. Además tiene un "familiar" en Francia, que también se terminó en 1902.
El Viaducto del Viaur. Es casi igual, solo que casi el doble de largo y con unas extensiones adicionales para que llegue de lado a lado. pero su diseño es muy similar y se cataloga del mismo tipo. Nacieron el mismo año.
Viaducto del Viaur, en Francia. Puente completo. Mide casi el doble que el puente del Río Grande y tiene estructura agregada para llegar a cada borde. SU estructura de soporte es más abierta para contrarrestar cargas mecánicas adicionales debidas a su gran tamaño y altura.

No conozco fotos del puente de Río Grande con cada viga bien avanzada y aun sin unirse. Solo conozco una donde apenas están comenzando, pero les paso unas del Viaducto en Francia, para que podamos ver que solitas solitas se sostienen sin problema, así se podrán también imaginar el volumen de trabajo que tuvieron nuestros bisabuelos y lo impresionante que pudo ser para los pueblos de entonces una construcción de este tipo. Acuérdense de algo, en el año de 1900, eran muy pocas las construcciones gigantes que se podían ver. Hoy ya estamos acostumbrados.
En la foto donde se ve en medio precipicio un señor en una canasta colgante, ese sí es en el puente nuestro.
Adjunto también una aérea del fotógrafo Marciano Molina.
Las demás son del amigote francés y un esquema que da ejemplo de los puentes en doble Voladizo o Ménsula.

Cristian Gómez Barrantes
Forcos Costa Rica

Ing. JORGE MARIO DELGADO MADRIGAL, In Memoriam...(1926-2015)


A la mayoría de ustedes les puede resultar desconocido este nombre. Pertenece a un héroe anónimo, a quien tuve la dicha de conocer y visitar en su casa, en marzo de 2014, cuando venía recuperándose de un accidente vascular que afectó su habla y su movilidad. Aún con aquellas secuelas, don Jorge Mario –casi en sus 90 años-- me contó, desbordado de felicidad, la forma en que él rescató la célebre fuente “Cupido y el Cisne”, para que hoy toda Costa Rica la luzca con orgullo. La fuente estuvo abandonada y a expensas de todo, durante una década, desde el año 1959 hasta inicios de los 70s, cuando don Jorge Mario la descubrió, hecha pedazos, en un plantel municipal, y primero por piedad y luego por amor, la sacó de aquella “tumba” y le devolvió la vida. Todo ello con la ayuda y complicidad de don Herbert Nanne Michaud. Ellos dos se empeñaron en recuperarla, y llevaron a cabo la primera restauración de la fuente. Fue titánica la labor de armar aquel desastre mayor y reponer piezas faltantes. Después, merecidamente, vino a ser ella la joya principal del edificio de la Facultad de Agronomía, inaugurado en el año 1973. Allí estuvo en un patio interno de esa Facultad, hasta el traslado al sitio actual, a finales de la década de los 80s.
En ese entonces, don Jorge Mario era Secretario de la Facultad, pero luego, en el año 1977, alcanzaría el cargo de Decano. Se jubiló en el año 1984. Su especialidad fue la avicultura; su pasión: el cuido de las aves (como aves son los cisnes) y la recuperación de las cosas antiguas de valor. No solo rescató la fuente. También rescató la increíble esfera indígena que apreciamos a la entrada de la facultad de Agroalimentarias. Fue distinguido con una Beca por parte del Gobierno de Estados Unidos para especializarse en Avicultura, y luego recibe un diploma de Ciudadano de Honor, de la ciudad de Clinton, Iowa. También ejerció el cargo de Vice-cónsul Ad Honorem del Principado de Mónaco, 1967-1974.
El año anterior, en el período durante el cual se hizo la última restauración de la fuente, tuve la ocasión de dirigirme a muchas personas de la Universidad para pedir que se hiciera un homenaje, en vida, a la persona que hizo posible la preservación de la fuente. Envié cartas, hablé con muchas personas. Lamentablemente, nunca hubo una respuesta, con acción, por parte de las autoridades universitarias, y don Jorge Mario se nos fue, sin su merecido reconocimiento. Todas las restauraciones actuales y futuras, todas las fotos, todas las bellas escenas de los estudiantes y profesores sentados o caminando alrededor de esta joya --el primer monumento sanitario de Costa Rica--, solo se pueden explicar por la terquedad y visión de don Jorge Mario. Desde acá, desde esta tribuna que leen mis amigos, hago este humilde y sentido homenaje a una persona maravillosa, que pasó por este mundo dejando solo cosas buenas. Gracias don Jorge Mario por haberme aceptado como uno de sus últimos amigos...

Comentario de Sergio Orozco Abarca

FOTOS: Colección Fotográfica Universidad de Costa Rica, Archivo Universitario Rafael Obregón Loría

HIMNO DEL INSTITUTO DE ALAJUELA

Himno del Instituto de Alajuela
Letra de Luis Dobles Segrada. Música de J. Daniel Zíñiga.

Venid compañeros, venid a entonar
un himno sonoro de alegre compás
y elogie la nota del brioso cantar
la vida sencilla de estudio y de paz

Amable es el rumbo y hermoso el momento,
que todo camino tendrá un florecer,
si blanca la estrella de un buen pensamiento
tramonta la cumbre de un noble deber.

Al sol y al aire pidamos salud
abriendo las fuentes del bravo pulmón
y al culto sincero de una amplia virtud
abramos el ara de un leal corazón.

Atenas la sabia y Esparta la fuerte
empujen las velas de nuestro batel
y el cuerpo y el alma, retando a la muerte,
sabrán el secreto del vuelo de Ariel.

Fuente: Lo que se canta en Costa Rica
Colabora: Carlomagno Rojas.
Fotos recopiladas por FORCOS